Dentro-fuera: las cosas no siempre son tan fáciles como las explican Epi y Blas, los personajes de Barrio Sésamo.
No, no es tan fácil. En Moralzarzal, "de toda la vida", existen "los del pueblo" y los "veraneantes", (socios "ambulantes" se llamaban en SORCAS). Los veraneantes eran de alquiler o con casa, pero solo residían en Moralzarzal en verano y los fines de semana.
Veraneantes en la calle de la Iglesia en 1954 |
ABC, 29/08/1987. El periodista diferencia entre nativos y veraneantes, siendo alcalde Narciso López González. |
Pero los veraneantes, o sus hijos, empezaron a quedarse todo el año. El pueblo empezó a crecer, llegó el boom de la construcción y "nativos y forasteros" empezaron a compartir el espacio vital todo el año.
Ante esta llegada de forasteros (con sus modas, hábitos y maneras urbanas), y de manera similar a la mayoría del mundo rural, la población nativa ha desarrollado un mecanismo de auto-defensa, una especie de sentimiento de pertenencia, arraigo o auto-proclamación que busca mantener la difusa diferencia entre los ciudadanos que son del pueblo y los que son "de fuera", independientemente de que ambos colectivos estén empadronados y paguen impuestos de igual forma.
Y este sentimiento de reivindicación de las costumbres e historia local, que en Moralzarzal podríamos llamar "cebollismo", deriva en algunas actitudes que recuerdan a los nacionalismos excluyentes. El mayor ideólogo de este nacionalismo cebollero fue el anterior alcalde, Jose Mª Moreno. Este señor ha llenado la legislatura que ahora acaba de declaraciones en diversos medios de comunicación de la sierra donde la expresión “los de fuera” ha servido como argumento para desautorizar a quienes disienten con los proyectos del equipo municipal o denuncian al ayuntamiento por incumplir la ley.
Pero este no es asunto que nos ocupa, aunque bien sirve para introducirlo. Nuestra pregunta es: ¿quienes son del pueblo?
Para algunos, ser cebollero, auténticamente
cebollero, querer realmente a Moralzarzal... está solo en manos de
los habitantes que viven en el pueblo desde su infancia, lo que
entienden las cosas del pueblo, los de toda la vida... Permítanme la
parodia, “los que tienen 8 apellidos cebolleros”.
¿Pero cuales son los apellidos
cebolleros? Dura tarea nos hemos propuesto, pero el objetivo lo
merece.
Vamos a remontarnos 3 generaciones
atrás. Comencemos en 1900. Moralzarzal es, a principios del siglo
XX, un municipio de 700 habitantes dedicados a la agricultura, la
ganadería y la cantería. Esta última actividad cuenta con el
Ferrocarril de vía estrecha que conecta las canteras de El Berrocal con
la estación de Villalba. Los manantiales de aguas minero-medicinales
que han dado fama al pueblo en el siglo XIX, La Fe y La Fe
Perseverante, están cerrados, y tardará todavía algunos años en abrirse el proyecto de manantial y casa de baños del Portillo de La Mina.
Según el “Anuario
del comercio, de la industria, de la magistratura y de la
administración de España, 1900”, los cargos y oficios oficiales
en el pueblo son los siguientes: Alcalde, Ramón González; Secretario,
Maximino Sánchez; Juez Municipal, Gabino Bordón; Fiscal, Alfredo
Somacarrera; Secretario, Maximino Sánchez; Párroco, Remigio Muñoz;
Profesor, Francisco Ovejero; Profesora, Ricarda Hernández;
Constructor de carros, Gabino Bordón y José Bordón; Comestibles,
Aniceto González, Manuel López, Jacinto Morales y Vicente Morales;
Tratantes de ganado vacuno, Pedro Baonza y Vicente Martínez; Molino
de Harinas, Herederos de Raimundo Martin; Herreros, Valentín Alcó y
León Mansilla; Fábrica de Jabón, Melchor Antuñano; Médico, Eduardo López de Saá;
Notario, Ángel González; Posaderos, Pablo González y León
Mansilla; Tiendas de Quincalla, Eugenio Estevez y Eustasio Estevez;
Tejidos, Melchor Antuñano y Herederos de Juan Revuelta.
Demos un salto hasta junio 1919, y utilicemos ahora como fuente la web de
Antonio “Zárate” (www.conocermoralzarzal.es). En este año, un actor cómico de nombre
Ricardo Ripoll (quizás uno de los primeros veraneantes en
Moralzarzal) dirige una obra de teatro que será representada en en
el “Salón de La Pajera” por vecinos y veraneantes de esta
localidad. Este es el plantel de actores por orden alfabético:
Concha Benito, María Benito, Tomasa Gómez, Encarna Landáburu,
Josefina López, Luisa Maya, Cándida Somacarrera, Luis González,
Nemesio González, Feliciano González, Anastasio Hernando, Manolo
Mansilla, Teodoro Pérez, Maximino Sánchez y Nemesio Landáburu.
Ya sabemos los apellidos de los cargos
oficiales, de algunos artesanos y del sector servicios, de
los que gustaban del teatro.....¿y quienes jugaban al fútbol?
Si, ya lo habrán notado....van ganando los "González", seguidos de lejos por los Balandín, Segovia, Antuñano, López, Mansilla, Estevez, Cuena, Prados....
Pero sigamos. Entre 1920 y 1922 fueron responsables
de la Junta Directiva del SORCAS los siguientes vecinos: Melchor
González, Adolfo González, Marceliano Vidal, Francisco Sánchez,
Florencio Balandín, Luis González Prados, Macario Segovia, Julio
Morato, Demetrio Segovia y Julio Segovia.
Siguiendo con los miembros del SORCAS,
fiel reflejo de la sociedad cebollera, el libro de socios (138 nada
menos) de esta asociación en 1929, está liderada por los
siguientes nombres: Braulio Balandín, Pablo González, Ramón Sanz, Ángel Estevez y Andrés Segovia.
Tirando de nuevo de la web de Antonio
Zárate, vemos que en el año 1949, cuando Maximino Sánchez empieza
a construir chalets en la Colonia del Carmen (calle Cañada y zona de
Navafría) emplea en la construcción a muchos vecinos del pueblo, a
saber: Ángel Segovia, Eugenio González, Gregorio Soriano, Mariano
González, Cayo Segovia, José Lorenzo, Luis Palomo, José Sevillano,
Adrian Guillen, José ¿? Díaz, Fidel Sanz, Julio Segovia, Mariano
Hernández y Eusebio González.
También después de la guerra civil,
las personas dedicadas a la cantería, actividad de gran tradición
en Moralzarzal, son también ilustrativas de los apellidos más
arraigados en nuestra localidad. Trabajaron en las canteras de El
Berrocal o tuvieron talleres de piedra en los alrededores del pueblo
gentes como: Celedonio Balandín, Luis Cuena, Petronilo Soriano,
Andrés y Esteban González, Primitivo González, Eladio Hernández,
Alfonso Segovia, Vicente Guillén, Justo García, Mateo López,
Andrés González Prados, Fermín Segovia, Justo González.
Vayamos con las familas ganaderas, y
vuelta una vez más al trabajo de Antonio Zárate. En la segunda
mitad del siglo XX tuvieron rebaños de ganado ovino en Moralzarzal
cebolleros como Manuel López Antuñano, Ramón González Berrocal,
Tomás Sepúlveda, Pedro y Bernardino Moreno Álvarez, Gregorio y
Modesto Soriano Morales, Pedro Escribano García, Ramón Palomino
González, los hermanos González Taillet, Rufino Estévez Balandín,
Vicente Balandín Muñoz, Pedro y Felipe García Herrero, Aquilino
González De la Cruz, Gil de la Fuente Hernández, los hermanos
González Sanz, Pablo, Jacinto y Edelmiro Martín Vaquero, Manuel
López Sastre, etc, etc.
El fútbol, el deporte rey, nuevamente fuente de información. En
1967 se funda el Moralzarzal Club de Fútbol, cuando los aficionados
a este deporte deciden formar una asociación y formalizar así el
equipo que jugaba en la localidad. El equipo se llamó San Miguel
Arcángel, patrón de la localidad, y adoptó el escudo heráldico de
los Orellana Chaves, que por entonces todavía se encontraba
incrustado en el púlpito de la Iglesia. El escudo, por cierto, lo
adaptó y pintó Ricardo Segovia, siendo Alcalde Vicente López.
Escudo del C.F. de Moralzarzal, versión libre del escudo heráldico de los Orellana Chaves que estuvo esculpido en el púlpito de la Iglesia de San Miguel Arcángel. |
Su primera Junta Directiva estaba
formada por los siguientes cebolleros: Vicente López Barbero,
Amancio Albertos Merino, José Contreras, Emilio Segovia Aparicio,
Tomás Navas Sanz, Mariano González, Bernardo López González,
Teodoro González González, Andrés Segovia Morato, Ricardo Segovia
Aparicio, Julio Estevez Segovia, Julio Segovia Morato y Francisco
Morato.
Desde su fundación hasta finales de
los años 80, antes del boom urbanístico en Moralzarzal, los
presidentes de este club han sido Vicente López, Amancio Albertos,
Raul Estevez, Jesús González y José Luis Estevez.
Podríamos seguir recabando información, pero no obtendríamos resultados muy diferentes.
Los apellidos 100 % cebolleros ya se los pueden imaginar: el apellido González gana por goleada, seguido por Segovia, López, Balandín, Estevez, Sanz, Martín y Sánchez. Si usted tiene alguno de estos apellidos, es cebollero cebollero. Pero también lo es, pero un poco menos, si se apellida, Morato, Soriano, García, Morales, Cuena, Hernández, Antuñano, Mansilla, Bordón, Benito, Somacarrera, Aparicio, Albertos, Guillén, Alvarez, Moreno, Alcón, Reguera o Prados.
Alguien dirá, y no le faltará razón,
que faltan los apellidos Berrocal, Maya, Domínguez, etc. O que los
Solano y Taillet, aunque veraneantes, llevan varias generaciones en
el pueblo. Pero en algún punto había que hacer el corte y el listado se
ha elaborado por riguroso orden. Los auténticos 8 apellidos
cebolleros hay que cogerlos en el párrafo anterior.
También alguien podrá decir, también con mucha razón, que algunos de estos apellidos se encuentran entre los apellidos más frecuentes en España. Es cierto, los apellidos más comunes en nuestro país son, por este orden, García, López, Pérez, González y Sánchez. El apellido Martín ocupa el puesto décimo, Moreno el 18 y Sanz el 24. El caso del apellido Martín, por ejemplo, ocupa el segundo puesto en las provincias de Avila y Segovia, y el séptimo en Madrid.
En fin, veamos en cualquier caso como ha influido en la vida local ¿tiene algo que ver la genealogía en
la configuración de las candidaturas electorales del partido que gobierna
el ayuntamiento desde 1995?
Composición del anterior equipo
municipal: José María Moreno Martín, Ángeles Jiménez Verdejo,
Begoña Segovia Domínguez, Aurelio González García, Roberto Castro
Diezma, Mª del Mar Reguera Balandín, Esther Sanz Gil, José Manuel
Soriano Garcés, Javier Martín Pascual e Ignacio Melero González.
Aunque puede que alguno de estos concejales no proceda de un linaje 100% cebollero (el alcade era originario de Ávila), no debería sorprendernos que de los
10 concejales del PP en la anterior legislatura, ocho eran poseedores de uno o varios apellidos
cebolleros. El cebollismo gobierna, algo obvio ya que son ellos "los que entienden
las cosas del pueblo". Claro como el agua, aunque habrá quien maliciosamente especule sobre la relación entre las relaciones familiares, el
clientelismo político y la tendencia de voto.
Una última reflexión sobre el
cebollismo. En 1995, la población de Moralzarzal era
de 3.321 vecinos (cebolleros... cebolleros). En los últimos 20 años
la población se ha multiplicado por 4, y en 2014 eramos 13.221
habitantes.
Evolución del número de habitantes en Moralzarzal, 1900-2014 |
Así que "los de fuera” son ahora mayoría. !Cielos¡
El pasado 24 de mayo de 2015, TODOS los
vecinos de Moralzarzal, con o sin apellidos cebolleros, eligieron a los 17 concejales que tienen que representarlos en el pleno municipal.
Y el resultado ha sido una muestra de la voluntad de superar el binomio dentro-fuera y otras memeces. Y está siendo una muy buena oportunidad para ver reflejada la realidad de la población de Moralzarzal en la composición del pleno municipal y en el reparto del poder local.
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